
Casa del diablo propiedad de Manuel Varela, productor de banano, que durante el auge de este cultivo tuvo la visión de construir un ramal ferroviario, para conectar su propiedad con la línea férrea principal, lo que le facilitó exportar su banano y obtener un significativo beneficio. Su prosperidad superó cualquier pronóstico, y la gente de la época atribuyó este hecho a que él había hecho un «pacto con el diablo», creencia que le da el nombre a esta casa.